lunes, 15 de junio de 2009

recompensas inesperadas

.




Vale, por lo regular soy muy sano, rara vez me enfermo (aunque sep, los accidentes suceden, pero vamos, es mas por pendejo que por otra cosa... y no, estar así de feo no es enfermedad, aunque lo paresca) pero el asunto es que esta semana que pasó, me pegó una infección en el estómago, me dió y se me quitó la gripa, murió y resucitó un dedo de mi pie, se me partieron las plantas de los pies por usar unas sandalias que le robe hace años a un leproso... justo cuando más necesitaba estar sano...



pero en ese momento cuando el viernes asomó su descarada cara de viernes...



yo voy de nuevo en carretera



como si todos los ayeres achacosos hubieran sido de alguien más



inclusive me rio (vale, me burlo, si de verdad quiero ser justo)



y tengo el fin de semana mas encabronadamente bueno que he tenido desde que los fines de semana pueden ser encabronadamente buenos...


y no decoremos esto con relatos que de ninguna manera le harían justicia



dejémoslo allí solo para mi




en la nube cambiaformas de mi interior con ventiscas




y apuntemos solamente, que los días pueden ser muy buenos a pesar de casi no comer ni dormir...






nota al margen:
Porqué en los autobuses de viajes largos siempre me toca con tipos barrigones que roncan y dejan boronero de todo lo que van tragando... mientras las chicas sexis siempre tienen un número de asiento que nunca coincide con el mio...

(vale, esos tipos deben de pensar exactamente lo mismo...)

No hay comentarios: